viernes, 26 de octubre de 2007

A veces se acaba

El debió haber estado con ella para siempre, hasta el fin de los días. Pero eso no pasó, él se fue yendo poco a poco y ella no hizo nada para que se quedara. Y así la historia que empezó con un sí acepto terminó con una total indiferencia, con un vació y sin palabras. El no la merecía, pero ella no se dio cuenta antes, o talvez ella cambio y se volvió, sin darse cuenta, inalcanzable. El no luchó, se dejo vencer sin nada de resistencia, mas bien parecía que luchaba contra si mismo y la separaba todavía mas. El final fue sangriento y lo que había sido una familia se convirtió en el campo de batalla de lo que ahora eran dos desconocidos que habían salido a matar y a derrumbar todo lo que había junto a ellos y lo que con tanto esfuerzo los dos habían construido. No hubo muertos pero si varios heridos incurables, heridos que llevarían marcas de por vida. Algunos lucharon activamente en la guerra otros no, pero igual fueron victimas de la ruina. Muchos se levantaron con sus heridas y con una satisfacción que trataban de disimular por haber salido vivos y por que seguían teniendo esperanza y amor por lo que tenían y por los que a pesar de la destrucción se habían quedado junto a ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que fuerte¡¡¡¡¡
que duro¡¡¡¡¡¡