viernes, 16 de noviembre de 2007

Globos de helio



Un globo unido por un delgado hilo a una mano cálida. Dedos apretados que se niegan a soltarlo. Un globo que para ella a veces fue un hijo, un amor o una madre. Un globo que quiere volar, que talvez necesita alejarse. Seguramente extrañará lo que deje atrás, pero nunca se arrepentirá por la decisión tomada. Un globo que compró solo pasaje de ida. A ella se le fueron tantos globos ya, que luchará con todas sus fuerzas para que este no vuele jamás, pero talvez debería saber por experiencia que el lugar del globo es el cielo y que no lo puede conservar clavado a la tierra toda la vida, sino tarde o temprano terminará reventándose.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Oda al buen paramonga



Ho Paramonga, gracias a ti aprendí a chupar sin moderación. Aun recuerdo el día en el que te conocí, ya te había visto otras veces pero no me había atrevido a acercarme mucho, porque ya sabía de tu fama de sembrar el caos y de desatar las pasiones mas desenfrenadas. Pero un día decidí sucumbir a tus encantos, y a pesar de todo no me arrepiento. La primera vez que entraste en mí fue en el parquesito de Larcomar, lo recuerdo como si fuera ayer. Yo casi una niña inocente de 14 o 15 años, y tu siempre jactancioso, creyendote un Absolut. Ese día caí rendida a tus pies, o a los de alguien, no me acuerdo, solo se que caí. Ese día fue casi memorable y creeme, será por siempre recordado. Ay querido Paramonga tú que me hacias desearte y después de algunas horas odiarte con toda el alma y jurar que nunca más en la vida iba a caer en tus aguas engañosamente claras y puras, mentía obvio cada fin de semana volvía. Tú, buen Paramonga que siempre honraste tu nombre, aprendi que ese bendito nombre no habia sido puesto al azar, por eso eras perfecto para mí. Gracias a ti conocí lo profundo que puede ser el conducto del water y toda la mierda que es capaz de contener. Tú que solo valías 13 lucas fuiste mi fiel compañero de la epoca colegial, de aquellas juergas economicas pero siempre fructíferas. Ay querido y transparente amigo, amante y compañero de tristezas y alegrías, perdón, se que te he dejado de lado, pero no tenía otra opción me ibas a terminar destruyendo el hígado. Por eso te dejé. No te puedo mentir, aveces te extrañó, pero creo que no volvere jamás a tu lado. Sí, es verdad lo que te han dicho, te he traicionado, te fuí infiel con otros alcoholicos amigos que me rondaban. Alguna vez salia con varios a la vez, pero ya aprendí que uno por noche es suficiente, además hoy en día pago más por la compañía alcoholica y creeme que ya no es tan frecuente. De todas formas, tu fuiste el primero y por eso quedaras por siempre en mi corazón, el primer amor jamás se olvida. No hay resentimientos, te agradezco por haberme conducido al camino de las juergas alcoholicas. Sigue induciendo pobres e inocentes jóvenes y metiendolas en tus baratas redes. No es un hasta luego querido Paramonga, es un hasta nunca.

sábado, 3 de noviembre de 2007

La creación



La diosa creo el mundo, en 4 días. El primer día hizo el cielo, el mar y la tierra. Todo un mundo hermoso para que albergara al ser que más iba a amar en el mundo. Al segundo día creo a las plantas, árboles y frutos. Al tercer día la diosa hizo animales y les puso un nombre a cada uno de ellos. Cuando el mundo estaba listo creó a la primera mujer a su imagen y semejanza, la engendró y alimentó de su seno, hasta que ella creció y estuvo preparada para valerse por si misma. Pero la diosa no la dejó sola jamás. Pero la mujer se sentía sola y le pidió un favor a su madre. Quería compañía. Esta le concedió el deseo, creando así otra mujer. Entre ellas dos se creo un lazo irrompible, el de la hermandad. Ellas eran una. La diosa sabía que su hija hermosa y de una bondad increíble era la única que podría seguir creando seres a su imagen y semejanza, además que quería que ella sintiera esa maravillosa sensación. Pero había un pequeño problema, la mujer sola no podía reproducirse. Necesitaba de una semilla y esta era muy frágil como para que la diosa la tirara al mundo, se perdería. Entonces a la diosa se le ocurrió una idea, crearía un envase portador de esta semilla creadora, un frasco para que el polen llegara seguro al vientre de la mujer, este frasco seria el hombre. Además decidió darle un poco de diversión a la mujer, entonces creo un dispositivo en ella para que se divirtiera con el frasco portador del espermatozoide, y así la diosa creo el clítoris. Una de ellas había tenido la loca idea de donar su hombro para la creación de este nuevo ser, pero la diosa se negó porque jamás dañaría a una de sus hijas. Entonces la diosa creo un ser nuevo de una hebra del pelo de una de las mujeres. Pero lo del hombro quedo como una anécdota interesante, así que decidió ponerle al nuevo ser “hombre”. Entonces dos “hombres” aparecieron en este paraíso matriarcal. La diosa amaba a cada una de sus creaciones por más insignificante que fuera y por esta razón decidió darle un poco de inteligencia al “hombre” para que este pudiera disfrutar también del mundo, además para no tener que cuidarlo a cada paso que diera, para que él pudiera valerse por si mismo. La diosa también les dio algo llamado fuerza para que la pusieran en servicio de sus hijas. Pero estos dos hombres eran traicioneros y después de conspirar y uniéndose con una serpiente encontrada en un árbol decidieron alejar a las mujeres de su madre. Así utilizaron la fuerza atraparon a las mujeres y se las llevaron del paraíso. La diosa no se los perdonó jamás y los castigó quitándoles la inteligencia que un día les había dado y el hombre no pudo volver a cuidarse solo. A sus hijas les dio todas las armas para defenderse de ellos, armas para poder manejarlos y controlarlos, armas como la seducción y la inteligencia. Fueron naciendo más mujeres y más “hombres”. Con la fuerza ellos hicieron que muchas de ellas olvidaran su origen, su verdadera historia, su poder. Pero por fin después de miles de años las mujeres por fin han recordado inconscientemente la verdadera historia, han recordado que ellas son las herederas de la diosa y que los hombres no son nada mas que contenedores de espermatozoides. Por eso en este nuevo milenio honremos a la diosa, a esa divinidad olvidada y con el género cambiado. Honremos a nuestra creadora y celebremos que fuimos creadas a su imagen y semejanza.

Era diosa

Alguien nos engañó terriblemente desde tiempos inmemoriales. La mayoría de las religiones fueron creadas en el seno de culturas machistas. Estas imponían su soberanía y su dictadura a los pobres, a las mujeres y a los desamparados. En estas solo la palabra de unos pocos, de una clase privilegiada, contaba. Estas civilizaciones fueron creando religiones para imponer su hegemonía en el territorio mas grande que se pudiera. Así, por ejemplo, se fue imponiendo el cristianismo como elemento unificador. En occidente este se fue extendiendo, y en cada colonia conquistada por los europeos se imponía una religión del todo ajena a cada uno de estos lugares. Una religión creada por los machistas y usada como arma para mantener su dominio. Por eso nos dijeron que Dios era hombre y nadie discutió eso jamás. Pero ahora yo les digo que si existe un ente supremo que nos mira, que nos protege, seguro es mujer. Es lo más lógico, las mujeres somos las que creamos vida. En nosotras se da este milagro sobrenatural y maravilloso. No es acaso más probable que una mujer haya engendrado a la raza humana. Que haya creado con gran devoción un mundo a su gusto, a su imagen y semejanza. Un mundo redondo, como el vientre en el que albergó alguna vez a un ser humano. Con senos (montes) que alimentaron a sus hijas e hijos, con agua o leche para que no murieran, para que sus creaciones se alimenten. Un mundo hecho a medida para que el ser humano habitase en él.

Tácticas femeninas de guerra

Nada como ser mujer. Tenemos el mundo a nuestros pies. El mundo necesita esclavos, seres subordinados; para eso fueron creados los hombres. Usémoslos para nuestro propio beneficio, basta de escrúpulos y compasión, ellos no la tuvieron con nosotras. Los hombres no se dan cuenta de que están siendo dominados, y en eso consiste nuestro arte. El arte de la subordinación indolora y sutil, muy sutil. Obviamente miles de mujeres que no dominan bien esta técnica y desconocen sus poderes de domadoras de serpientes caen diariamente en las redes de los carneritos que se creen leones salvajes. Afuera el machismo, en el que el centro es la mujer. El machismo gira en torno a nosotras, odiándonos (como los asquerosos misóginos), tratando de humillarnos, viéndonos como un objeto sexual, aparentando que se sienten superiores, etc. Todo por su baja autoestima, todo porque se sienten menos. En cambio para el feminismo (por lo menos desde mi punto de vista) el hombre pasa a segundo plano. Para las feministas las mujeres somos las protagonistas, luchamos por nosotras, no por acabar con ellos. Como sea las mujeres tenemos que abrir los ojos, darnos cuentas de nuestras armas y utilizarlas sabiamente. Dejemos de ser las principales machistas, dejen de inculcarles una cultura servil a sus hijas. Somos mujeres emancipadas, liberadas de sogas invisibles y creadas por el imaginario masculino. Somos luchadoras, gladiadoras de una cultura machista y falsa. Por fin las mujeres están concientes de su poder. Este es nuestro tiempo, nuestra era, ya terminó el periodo del seudo reinado masculino, el cual nosotras permitimos y avalamos. Dejemos las sombras y ocupemos el lugar que siempre nos correspondió por derecho de casta, el lugar que ellos nos usurparon ilegalmente. Chicas usen sus poderes ya, y por favor dejémonos de perjudicarnos entre nosotras. Viva el girl power, vivan las familias matriarcales y viva María Magdalena.
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*********ok no todos los hombres son desgraciados jajaja ni retardados... solo la mayoría, ya o los más representativos no se..... jajaja*******y justos pagan por pecadores!!!*******************************

sábado, 27 de octubre de 2007

Una infantil mirada a la muerte: Una breve historia del terrorismo

Tenía solo 4 años, pero me acuerdo de esa noche, por supuesto los recuerdos no son totalmente claros, pero sí muy intensos. Las cosas fuertes siempre se quedan grabadas. Vivía arriba de la casa de mis abuelos, en un pequeño departamentito construido por mis padres. Mi habitación estaba muy cerca de la de ellos. No me acuerdo mucho, solo de un sonido fuerte y el ruido de las ventanas de mi cuarto estallando en pedazos, burlándose de la pequeña cinta en forma de X que le habían puesto encima. Según me contaron, mi papá me había sacado unos diez minutos antes de la cama y me había llevado a su cuarto. Pero extrañamente según mi versión de los hechos, yo estaba en la cama cuando la ventana explotó, porque tengo recuerdos de haber caminado sobre los vidrios hasta salir del cuarto. Cualquiera sea la verdadera versión, no me pasó nada. Cuando alguien dice la palabra terrorismo inmediatamente varias imágenes vienen a mi cabeza. Me veo a mí sentada en la sala de la casa encima de las faldas de mi abuela, ella me consuela, me tranquiliza, me dice que no va pasar nada, pero igual tengo miedo. La radio está encendida y todo esta a oscuras, solo una lúgubres velas alumbran el espacio. La puerta está entreabierta, un tío grita cosas afuera. El sonido de las bombas, sirenas. Silencio.

Ella, la misteriosa

¿Quién es ella? Yo no lo se, creo que es algo así como mi alter ego, mi yo literario. Ella es parte de mí, pero también vive en cada mujer. Es parte de una cultura globalizada. Es mi forma de ver el mundo. Habla de quien quiero ser, de la imagen que quiero proyectar. Ella es la protagonista de cada una de mis historias y de cada cosa que escribo. Son mis experiencias, mis marcas, mis cicatrices. Ella es la gente que conozco, las cosas que cada una de estas personas imprimieron en mí. Ella lo es todo y a la vez no es nadie.

viernes, 26 de octubre de 2007

A veces se acaba

El debió haber estado con ella para siempre, hasta el fin de los días. Pero eso no pasó, él se fue yendo poco a poco y ella no hizo nada para que se quedara. Y así la historia que empezó con un sí acepto terminó con una total indiferencia, con un vació y sin palabras. El no la merecía, pero ella no se dio cuenta antes, o talvez ella cambio y se volvió, sin darse cuenta, inalcanzable. El no luchó, se dejo vencer sin nada de resistencia, mas bien parecía que luchaba contra si mismo y la separaba todavía mas. El final fue sangriento y lo que había sido una familia se convirtió en el campo de batalla de lo que ahora eran dos desconocidos que habían salido a matar y a derrumbar todo lo que había junto a ellos y lo que con tanto esfuerzo los dos habían construido. No hubo muertos pero si varios heridos incurables, heridos que llevarían marcas de por vida. Algunos lucharon activamente en la guerra otros no, pero igual fueron victimas de la ruina. Muchos se levantaron con sus heridas y con una satisfacción que trataban de disimular por haber salido vivos y por que seguían teniendo esperanza y amor por lo que tenían y por los que a pesar de la destrucción se habían quedado junto a ellos.

Abajo los buenos


Lo acepto; soy masoquista. Descubrí hace poco que me gusta ser maltratada psicológicamente. Todavía no entiendo porqué, si yo siempre me jacte de ser feminista, luchando toda la vida por los derechos constitutivos de las mujeres y siempre defendiendo el Girl power. Yo, que me creía casi Juana de Arco, hoy descubro que sí me parezco a ella por que las dos tenemos problemas psicológicos graves. La mayoría de mujeres viven quejándose de los hombres, de sus infidelidades, sus excesos, sus traiciones, en fin vivimos diciendo que son unos bichos asquerosos, pero mi problema últimamente era otro. Siempre decía ay lo que pasa es que tengo mala suerte, ahora me doy cuenta que no era mala suerte, era que yo los buscaba así. Después de una fila de hombres tipo malo de novela mexicana, por fin me toco un atípico buen pata. Un chico responsable, honesto, que me quería, me valoraba y demás adjetivos tradicionalistas que definen lo que es un buen novio. Pero ahí no acaba la historia, si no seria muy simple, y conmigo las cosas nunca son simples (mejor, obvio). Me harte al mes del señor bondad (en verdad me canse a la semana, pero le corte la cabeza al mes y medio) y termine con sus expectativas amorosas después de un mes de fingir que lo quería con pasión y locura o que por lo menos lo soportaba. Y no, no fue para vengarme de la raza masculina. Fue por que me estresaba, me obligaba a verlo, a contestarle el teléfono (después de 9 llamadas), a llamarlo a ver si todavía estaba vivo. Y hoy pido a gritos un desgraciado como los de antes, y es que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Talvez los elijo así por son los que mas cosas te hacen sentir, me encantan los extremos, me encanta estar afanadísima por alguien, y aceptémoslo cuando te dan todo en bandeja te aburres y te cansas de tanta abundancia o talvez simplemente es que este chico en particular no era para mí. Pero aunque sea solo este chico y no todos los buenos en general quedé curada por un buen tiempo de ellos. Simplemente quiero emoción en mi vida, tengo 19 años y no busco un hombre para casarme. Así que todavía puedo seguir degustando de los hombres malos, porque me gustan y porque me da la gana. Lo que puedo hacer es simplemente no comportarme como la típica cojuda que los pendejos cagan, voy a ser una chica mala.

rojo sangre

Ella se cayó y él se negó a recogerla. Nadie limpió el desastre que dejó en el piso. Todos se fueron sin voltear la mirada para ver lo que dejaban atrás y ahí se quedó ella, tirada en un mar de dudas, de sueños postergados, mirando la macabra escena que componían sus propios restos.

sábado, 15 de septiembre de 2007

La vulgaridad de las palabras


“Detesto el mensaje común de la cultura de los móviles, con palabras cercenadas, con kas en vez de qus, sin verbos, todo rápido, acelerado, banal”. Esto nos los dice Lluí Foix en el texto “la elegancia de la palabra”. El autor nos habla de la “cultura del fast food” como el peor de los males actuales, pero hay que aceptarlo, para bien o para mal es esa la cultura que impera en nuestro mundo. Es la cultura con la que crecí, la que me enseñaron, la que defiendo. La elegancia de la palabra dice él, como si la forma de escribir que él defiende fuera la salvadora de un mundo ignorante y globalizado. Para él elegancia es algo antiguo y desactualizado. Como si fuera una verdad universal y como si fuera el peor de los pecados escribir de otra manera. Si es verdad lo que él dice prefiero ser vulgar. Creo que es necesario nutrirnos del saber actual, renovar el lenguaje, personalizarlo, creativizarlo. Porqué no existen las verdades universales ni los dogmas literarios. Porqué cada quien puede escribir como le de la gana; y si te gusta bien y si no da igual. Somos libres e independientes y por eso nadie va a venir a decirnos que nuestra cultura es prácticamente una porquería. Soy quien soy por mi cultura, por ese esperanto destrozado, por el Mcdonalds y por la inconciencia de Bush, Montesinos y Bin laden. Soy quien soy por la globalización, por el afan imperialista yankee, por scooby doo, friends y demás series gringas. Así que ningun hombre antiguamente culto va a vernir a decirme que la cultura actual está mal. Porque para disgusto de muchos esta es parte de lo que soy, y la defenderé a muerte. Talvez no es la mas culta, ni la más elegante, pero seguramente si la más innovadora y novedosa. Asi que ok soy miembro activo de la cultura del fast food. Pero no de una autómata, creativizo mi cultura, la nutro con lo que soy, la personalizó. Asi que vivan las jergas, las palabras en ingles y el reggeaton!!!!

martes, 4 de septiembre de 2007

Al despertar esa fría mañana de setiembre, Juana Pérez se sintió muy extraña. Seguramente era por todo lo que había tomado la noche anterior. Un profundo dolor de cabeza no la dejaba ni pensar; odiaba la resaca. Pero de pronto se dio cuenta que ese día ocurría algo especial. Unas puntiagudas orejas marrones sobresalían de la sábana que la cubría. Al asomar la cabeza fuera de la blanca manta una negra nariz y un pronunciado hocico bastante desagradable se dejo ver. La gran boca contenía unos afilados dientes y una larga lengua de color ciruela asomaba fuera de ella. Unas espesas cejas negras cubrían los ojos color caramelo, los cuales se abrieron como platos, porque la pobre Juana se dio cuenta de su imposibilidad de ver la vida a color. Todo su cuerpo estaba cubierto de un espeso y grueso pelo marrón oscuro. De cada una de sus extremidades asomaban garras. Ya no tenía dedos, solo unas uñas afiladas. Juana Pérez se había convertido en lo que mucha gente le había dicho que era y en lo que ella interiormente aceptaba. Juana ahora sí era una perra.