Ho Paramonga, gracias a ti aprendí a chupar sin moderación. Aun recuerdo el día en el que te conocí, ya te había visto otras veces pero no me había atrevido a acercarme mucho, porque ya sabía de tu fama de sembrar el caos y de desatar las pasiones mas desenfrenadas. Pero un día decidí sucumbir a tus encantos, y a pesar de todo no me arrepiento. La primera vez que entraste en mí fue en el parquesito de Larcomar, lo recuerdo como si fuera ayer. Yo casi una niña inocente de 14 o 15 años, y tu siempre jactancioso, creyendote un Absolut. Ese día caí rendida a tus pies, o a los de alguien, no me acuerdo, solo se que caí. Ese día fue casi memorable y creeme, será por siempre recordado. Ay querido Paramonga tú que me hacias desearte y después de algunas horas odiarte con toda el alma y jurar que nunca más en la vida iba a caer en tus aguas engañosamente claras y puras, mentía obvio cada fin de semana volvía. Tú, buen Paramonga que siempre honraste tu nombre, aprendi que ese bendito nombre no habia sido puesto al azar, por eso eras perfecto para mí. Gracias a ti conocí lo profundo que puede ser el conducto del water y toda la mierda que es capaz de contener. Tú que solo valías 13 lucas fuiste mi fiel compañero de la epoca colegial, de aquellas juergas economicas pero siempre fructíferas. Ay querido y transparente amigo, amante y compañero de tristezas y alegrías, perdón, se que te he dejado de lado, pero no tenía otra opción me ibas a terminar destruyendo el hígado. Por eso te dejé. No te puedo mentir, aveces te extrañó, pero creo que no volvere jamás a tu lado. Sí, es verdad lo que te han dicho, te he traicionado, te fuí infiel con otros alcoholicos amigos que me rondaban. Alguna vez salia con varios a la vez, pero ya aprendí que uno por noche es suficiente, además hoy en día pago más por la compañía alcoholica y creeme que ya no es tan frecuente. De todas formas, tu fuiste el primero y por eso quedaras por siempre en mi corazón, el primer amor jamás se olvida. No hay resentimientos, te agradezco por haberme conducido al camino de las juergas alcoholicas. Sigue induciendo pobres e inocentes jóvenes y metiendolas en tus baratas redes. No es un hasta luego querido Paramonga, es un hasta nunca.
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